Las estructuras civiles como puentes, edificios y presas, fueron diseñadas y construidas para una determinada cantidad de años, lo que se conoce como vida útil, esta determina entonces, la seguridad y estabilidad de dichas estructuras.
Anteriormente, los estudios de investigación para determinar el periodo de vida útil de una estructura de ingeniería civil, no contaban con datos de precisión; la tecnología ha avanzado de tal manera que existen dispositivos para determinar los desplazamientos de las estructuras de ingeniería. Actualmente, la comunidad científica de las áreas de ingeniería y geodesia, además de la geomática se han abocado a desarrollar metodologías eficientes para determinar los desplazamientos mediante un sistema global de navegación por satélite (GNSS, por sus siglas en inglés). Tal es el caso de una línea específica de investigación denominada “Monitoreo de obras de ingeniería mediante tecnología satelital (GNSS)”, en la que desde hace algunos años un conjunto de investigadores multidisciplinarios determina la probabilidad de falla de las estructuras.
El doctor Esteban Vázquez Becerra, investigador de la Facultad de Ciencias de la Tierra y el Espacio (FACITE) sostiene que la metodología mediante esta técnica satelital tiene como objetivo determinar los desplazamientos verticales y horizontales, por eso es importante tratar de entender el comportamiento de dichas estructuras. Los objetos de estudio han sido la presa Sanalona, el puente Juárez en Culiacán y actualmente el puente El Carrizo en la carretera Mazatlán-Durango. Señala Vázquez Becerra que el puente El Carrizo, tuvo como particularidad un daño severo mediante un accidente donde una pipa derramó diésel y dañó y quemó la estructura, entonces, “nos invitaron a estudiar el comportamiento del puente una vez que se ha tenido este daño”.
“medimos mediante sensores la aceleración de la estructura para este puente en particular, (…) requerimos doble integración (de sensores), para obtener el posicionamiento de la estructura mediante la aceleración de la misma, entonces con los GNSS y los sensores puestos en ciertos puntos de la obra se pueden obtener directamente los desplazamientos”.
El especialista asegura que las obras tienen movimiento, sin embargo, este estudio metodológico cuantitativo puede determinar si la reglamentación o normas de construcción permiten dichos desplazamientos, para ello se hace ciertas preguntas, ¿Cómo se encuentran estas obras?, ¿está construida en los límites de la normalización de las obras?, y es que hay reglamentos de construcción que señalan cuáles son los movimientos previsibles de dichas estructuras.
La ventaja de esta tecnología de posicionamiento satelital, manifiesta Esteban Vázquez Becerra, ofrece directamente los desplazamientos de las obras ingenieriles en la componente X, Y y Z, “al instante te pueden dar los valores, entonces esta metodología que se desarrolla actualmente queremos que sea validada con otros sensores de movimiento, esta mancuerna de tecnología es novedosa y se observa en países europeos”.
En este sentido, la presa Sanalona como objeto de estudio, con más de 70 años y el puente Juárez, pues son obras que están envejeciendo y lo que se pretende con estos estudios es ofrecer esta información a organismos públicos para que se generen políticas públicas y se tomen medidas al respecto de las estructuras civiles.
Vázquez Becerra fundamenta dichos estudios de investigación ya que se han divulgado estos datos en revistas de indexación y arbitradas internacionalmente, es decir, son aceptadas por la comunidad científica y abordada desde este aspecto, “solo falta que las autoridades volteen a observar las investigaciones”, finalizó.
Los integrantes de la línea de investigación “Monitoreo de obras de ingeniería mediante tecnología satelital (GNSS)”, son los doctores José Ramón Gaxiola Camacho, Alfredo Reyes y Héctor Lozoya de la Facultad de Ingeniería Civil, el doctor Arturo Yee Rendón de la Facultad de Informática, de la Facultad de Ciencias-Físico Matemáticas el doctor Jesús Roberto Millán y de la FACITE los doctores Manuel Trejo Soto y Esteban Vázquez Becerra.